La Escuela Roja


Madrid 2012 y 2016, o cómo gastar sin remordimientos el dinero público
3 octubre 2009, 6:37 pm
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Menos mal (hablando en términos generales y sin entrar por ahora en consecuencias más trágicas) que por fin todo el paripé de los Juegos Olímpicos se traslada a Río de Janeiro. Ya puedo descansar tranquila y dejar de tirarme de los pelos cada vez que hay una conexión televisiva con la delegación española, a quien quiera que represente. También me puedo relajar porque ya no tendré que ver a los madrileños y visitantes borregos acudir con esa mano gigante a la llamada del fanatismo patrio en busca de su minuto de protagonismo o pretendiendo contar después, en el caso de que la “superoseacorazonada” se hubiera cumplido: “¡yo estuve allí, ¿sabes?”.madrid2016

Como si todo fuera tan sencillo, tan “chachiguay”, tan altruista. Toda esta gente que se aglutina para ser manipulada por el Ayuntamiento de Madrid y toda la que dice estar descorazonada tras la noticia de ayer, no es crítica con las consecuencias de albergar unas olimpiadas. Ya de partida, este acontecimiento que dura como mucho un mes en la vida de una ciudad, supone desde su planificación hasta su clausura un gasto desorbitado de dinero público, partida que por supuesto no se destina a otras carencias más duraderas o directamente necesarias para todos, como son la sanidad, la educación, la inserción laboral, el ocio juvenil, etc., etc.

Por un lado están las agotadoras obras para instalaciones deportivas e infraestructuras, muchas de ellas edificios millonarios de usar y tirar, que aparte de ser pura especulación y recalificación, motivan el desplazamiento de familias con menos recursos y, como estamos acostumbrados, solo benefician a los cuatro monos de siempre, a los que una vez finalizada y vendida la construcción les da igual si Madrid es capital olímpica, gastronómica o del orgullo gay.

Por otro lado y aún más descarado es el gasto que hace la delegación española cada vez que se desplaza a algún lugar para intentar quedar bien con todos los representantes del COI. La última noticia nos llega de Copenhague, donde nuestros compatriotas no han optado por cualquier hotel de la ciudad danesa, sino por el más lujoso: el Hotel D´Angleterre, donde cada habitación doble normal cuesta 420 euros. Hay que tener en cuenta que Gallardón viajó con nada menos que 400 invitados, que convidó cada día a cada uno de los acompañantes con un cátering español propio, que repartió 50 jamones, 900 botellas a vino, maletas corporativas, uniformes, y una larga lista de etcéteras. Encima vuelven con las manos vacías…

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Que sí, que yo soy deportista y entiendo que pueda hacer ilusión poder asistir (¿pagando?) a una final olímpica porque es en Madrid y no en Río, que se crea empleo (¿y precariedad laboral?), que la hostelería (¿los empresarios?) sale ganando esas semanas… Pero es que si de verdad se quiere fomentar el deporte hay métodos más sencillos y eficaces, más baratos incluso. Basta con apostar desde la infancia por el deporte gratuito y no solo competitivo, con dar cabida mediática a toda la amplia gama de disciplinas que nunca se tienen en cuenta, con hacer desaparecer los sueldos galácticos de los futbolistas y demás, con dejar de tratar a la gente como masa fanatizable en pro o contra de alguien o algo, por poner algunos ejemplos.

Déjense de olimpiadas y arreglen lo que realmente y día a día nos importa.12544973756792016



La guerra mediática de El País contra Venezuela
3 octubre 2009, 1:53 pm
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“El País, el periódico no deportivo con mayor difusión en España con una tirada diaria de 450 mil ejemplares que puede llegar a 750 mil los fines de semana, ha tomado una línea editorial claramente contraria a los gobiernos de izquierda que en los últimos años han surgido por América Latina, pese a considerarse como un diario de orientación socialdemócrata.

En el caso concreto de Venezuela, El País utiliza sus artículos de opinión, reportajes, editoriales y hasta noticias como un mecanismo de desprestigio del Gobierno Bolivariano, violando con frecuencia las reglas deontológicas del periodismo y el propio libro de estilo del periódico.”

Sigue el enlace para continuar leyendo…

http://periodicopg.com.ve/?q=node/671